El gobernador Ricardo Rosselló desligó a la Junta Federal de Control Fiscal de toda responsabilidad por las políticas de austeridad y recortes presupuestarios aprobadas en el plan fiscal, pues aseguró que está ejecutando la agenda que, de antemano, venía a implantar para Puerto Rico.
Sentado en el Salón del Trono, donde ha firmado varias de las 21 leyes de su administración, el gobernador ofreció una entrevista de quince minutos a EL VOCERO, donde se expresó satisfecho y optimista al cumplir sus primeros cien días de mandato; y hasta sonrió cuando se le preguntó si permanecerá la década que demorará ejecutar el primer plan fiscal.
“A mí me encanta lo que hago. Me levanto a las 3:30 de la mañana a trabajar. Son tiempos de grandes retos, pero también de grandes oportunidades”, contó el gobernador con su sonrisa amplia.
Gobernar ha sido el deseo de Rosselló desde hace casi una década. Quizá por eso luce despreocupado por los campamentos que se han levantado en su contra, desde la Universidad de Puerto Rico y el sector sindical. Su entusiasmo por la gobernación quedó expuesto, además, al juramentar a las 12:01 de la madrugada del 2 de enero y en las referencias a su programa de gobierno como versículos bíblicos.
Lo que no imaginó
Sin embargo, hace ocho o cuatro años jamás imaginó que le iba a corresponder habitar el Palacio de Santa Catalina bajo el régimen de una Junta de Control Fiscal. Pese a que reconoció la falta de democracia que existe en Puerto Rico, el gobernador minimizó la influencia de la autoridad creada por ley federal, al asegurar que “la política pública del plan fiscal validado es la política pública del Plan para Puerto Rico”.
EL VOCERO: Ha tenido 100 días para conocer más a fondo la realidad política, económica y social del país que administra. ¿Hay algún aspecto de la realidad política de Puerto Rico que haya subestimado?
Ricardo Rosselló: No, anticipamos que era (una) situación de altos retos, pero también de grandes oportunidades. Hoy (ayer) ya son 21 piezas legislativas que se convirtieron en leyes, 29 órdenes ejecutivas, (y) un sinnúmero de acciones que han redundado en ahorros en contrataciones y nombramientos de confianza. Hemos podido tener un plan fiscal certificado porque anticipamos esto. Si comparas con la previa administración, que no pudieron tener un plan certificado con todo el tiempo del mundo, y nosotros lo pudimos hacer en 58 días, ves una diferencia.
EV: Cuando planificaba su candidatura, no existía tal cosa como una Junta de Control Fiscal. ¿Cómo ha sido tener que lidiar con esa realidad?
RR: Nosotros nos ajustamos. Cuando se pasó el proyecto de Promesa, nos dio tiempo… pero lo cierto es que ya nuestras plataformas, nuestras propuestas, iban dirigidas hacia un gobierno que tenía que reducir el gasto y ser más efectivo. Por eso, la transición hacia la junta -aunque nosotros teníamos oposición por ciertas consideraciones democráticas- lo cierto es que hemos podido ejecutar el plan y si coges el Plan para Puerto Rico y el plan fiscal ves que son congruentes: la política pública del plan fiscal validado es la política pública del Plan para Puerto Rico.
Escasa democracia
EV: Su oposición, como bien dice, fue por consideraciones democráticas. Pese a que hubo un proceso electoral, ¿puede decir que Puerto Rico es una democracia?
RR: Puerto Rico siempre ha tenido limitación democrática al ser una colonia y la junta lo que hace es que valida eso. Fíjate que ningún estado pudiese tener una Junta de Supervisión Fiscal y eso por lo tanto demuestra que nuestra plataforma es indigna, es antidemocrática y nos limita a tener los recursos que quisiéramos tener. Sí, Puerto Rico siempre ha sufrido de limitaciones en la democracia y es por el mismo esquema colonial.
EV: ¿Ha logrado durante estos meses crear un ambiente favorable a la estadidad en el Congreso y la capital federal?
RR: Siempre va a haber personas que se oponen y que lo favorecen. En 2012, el pueblo escogió la estadidad y rechazó la colonia, pero escogió un gobernador que estaba en contra de hacer cualquier tipo de cambio e, incluso, cabildeó para que no se validaran los resultados del plebiscito. Hoy día tenemos un Partido Demócrata en Estados Unidos y un Partido Republicano que valida el resultado del plebiscito de 2012. Este nuevo plebiscito ratificaría ese pedido y tenemos un gobierno que favorece la descolonización, que favorece la estadidad… He podido percibir que la conversación de que es algo que le conviene a la nación norteamericana, creo que ha calado y cada día ganamos más adeptos para la estadidad.
EV: ¿Quiénes son los adeptos de la estadidad en la capital federal?
RR: Bueno, nosotros hemos tenido un sinnúmero de propulsores, uno de los principales es el senador (Ron) Wyden, pero tenemos varios legisladores que han demostrado interés en ser amigos de Puerto Rico; que han establecido que van a respetar la voluntad del pueblo particularmente si este plebiscito se lleva a cabo. La gran mayoría de los legisladores, diría yo, está en posición de respetar (a) la mayoría de Puerto Rico. Están a la espera de que ocurra este proceso para que se vean los resultados.
EV: Ha dicho que será el último gobernador de la colonia. ¿Eso lo va a lograr en un cuatrienio o pretende permanecer durante dos o tres cuatrienios?
RR: Mi aspiración es hacerlo lo antes posible. Cada día que somos colonia, vivimos los embates de la colonia. Por tanto, hay varios instrumentos que vamos a usar. Los vamos a usar todos: está el vehículo del plebiscito; el plan Igualdad (Tennessee), que se estará viendo ahora en Cámara y Senado; el voto presidencial; y cualquier otra acción social o administrativa que podamos encaminar.
EV: ¿Comparte la apreciación de que la junta fue creada para beneficio de los bonistas a costa del sacrificio del pueblo?
RR: Lo que pasa es que cuando uno mira los números, el plan fiscal le recorta el 80% al pago de la deuda. En comparativa, de todos los renglones de nuestro gobierno es por mucho el más que coge un recorte. Ese argumento no compagina con la realidad del recorte sugerido porque es el dinero que permanecería para tener un pago a la deuda sostenible a través de las próximas décadas.
EV: Economistas del calibre de Joseph Stiglitz e, incluso, de entre los más conservadores del patio han dicho que es insuficiente recortar el servicio de la deuda por cinco años como propone su gobierno y advierten que debe haber un recorte al monto total de la deuda. ¿Cree que se debe negociar una condonación de la deuda?
Respuestas a la deuda
RR: Es que estamos hablando de un 80% (de recorte al servicio de la deuda). Eso es un recorte sustancial. Lo otro que puedo pensar que ellos están hablando es de no pagar nada o reducir en un 10%. Estamos hablando que lo que está disponible son apenas unos $780 millones para el pago de deuda. Nosotros entendemos que con un plan fiscal demostrando los recortes que debemos hacer, podemos sentarnos con los acreedores para renegociar los términos de la deuda. Si la sugerencia de estos economistas es que paguemos $0, pues hay una consecuencia de un tiempo más largo para conseguir acceso al mercado.
EV: Algunos acreedores han pedido incluso que se revoque la certificación del plan fiscal. ¿Usted entiende, por lo que le han comunicado quienes lo representan en la mesa de negociación, que hay tal cosa como “buena fe”?
RR: Bueno, todo el mundo va a pelear por su lado. Yo apuntaría a eso precisamente para validar lo que estamos diciendo: cuando se trata de decir que se está tratando de favorecer a los acreedores, tienes a los acreedores diciendo ‘recorta más en el gobierno, para nosotros tener ese dinero’.
“Tuvo que echar atrás”
EV: ¿Se imagina cómo sobrevivirá un país con una desaceleración de un 16% como vaticinan los expertos?
RR: [Con tono de enfado] Estoy en total desacuerdo con eso. De hecho, la junta hizo esa propuesta y después que nosotros le demostraramos los datos, tuvo que echar para atrás. Recordarás que la primera proyección era un 17% de decrecimiento… Eso a mi entender es absurdo. Países solamente en total colapso o que hay una invasión o que son víctimas de una gran guerra, han llegado a esos niveles. Puerto Rico no va a llegar a eso y ya nosotros hemos puesto en marcha una iniciativa de reformas estructurales o desarrollo económico para poder mitigar los impactos que los recortes inevitablemente van a tener.
EV: ¿Anticipa que va a estar presente durante los 10 años que toma implementar el plan fiscal?
RR: [Ríe] Yo no sé, yo estoy aquí, mi compromiso ahora es trabajar estos cuatro años. Creo que tratar de mirar otra cosa en estos momentos es una pérdida de tiempo. Estoy enfocado en dar el mejor servicio, montar el mejor equipo de trabajo y tener los mejores resultados para el pueblo de Puerto Rico en este periodo… y después el pueblo decidirá. Pero al día de hoy, he visto que el pueblo ha reaccionado muy bien a nuestras acciones.
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