Ex presidente de la Universidad de Puerto Rico.
En relación a la consulta de estatus, el Departamento de Justicia federal emitió una carta el pasado jueves condicionando su validez y el proceso de descolonización de Puerto Rico
Por: Lcdo. Ramón L. Rosario Cortés
Twitter: @SecAsuntosPR
Albert Einstein, creador de la teoría de la relatividad, decía que la locura es hacer lo mismo, una y otra vez, y esperar resultados distintos. El gobierno federal acaba recomendar que, para resolver el problema del estatus, propongamos el problema (colonia) como una de las soluciones. Si lo hacemos, vincularemos a la otra parte con los resultados. Vamos pa’ lante.
En relación a la consulta de estatus, el Departamento de Justicia federal emitió una carta el pasado jueves condicionando su validez y el proceso de descolonización de Puerto Rico. Algunos populares celebraron el triunfo antes de tiempo y, ante la reacción del liderato del PNP, se dieron cuenta que como dicen en Vega Baja, “les salió el tiro por la culata”. La carta federal es mortal para los populares de derecha e izquierda. Según la carta, unos apoyan la colonia como está y los otros la independencia.
Primero, la carta federal dice expresamente que el ELA mejorado es inconstitucional y que a lo único que pueden aspirar es al “actual estatus territorial” que no es más que una colonia en pleno Siglo XXI. El actual estatus territorial no puede ser mejorado según la carta por lo que la propuesta es quedarnos como estamos: con Junta de Supervisión Fiscal, con la quiebra y con la discriminación en programas federales que han obligado a cientos de miles de puertorriqueños a migrar a los estados. A esos populares que decían que el ELA podía crecer, el gobierno federal de Trump les dijo el jueves lo que ya había dicho Obama en 2011, que eso no es posible.
Segundo, a los soberanistas del PPD, Trump les reitera lo que les dijo Obama en 2011, que la Libre Asociación es la Independencia y sin ciudadanía americana. Los republicanos y demócratas le acaban de dar una estocada mortal a los dos sectores del PPD. Mataron dos pájaros de un tiro.
Con las enmiendas propulsadas por el gobernador Rosselló, sería una consulta avalada por el gobierno federal, lo que nunca ha pasado. Yo votaré por la igualdad, la unión permanente y la ciudanía americana… por la ESTADIDAD.
Por: Lcdo. Iván Rivera
Facebook.com/DiscusionPuertoRico
Suele señalarse enajenación como sinónimo de “locura”. Pero, eso se lo dejo a los expertos en psicología. Sin embargo, desde la conceptualización de las ideas, la enajenación puede definirse como el estado objetivo en que nuestros productos, actos y obras se convierten simplemente en nuestros enemigos. Somos, en lo producido, otro, que no solo no reconocemos sino que nos resulta ajeno. Lo más importante de la enajenación, como concepto, es que es una situación objetiva, es decir, algo en que estamos involucrados más allá de nuestra voluntad.
Las reacciones a la carta del Departamento de Justicia federal ejemplifican el grado de enajenación de unos cuantos. Luego de la abolición de la esclavitud, a nadie se le ocurriría brindarle al antiguo amo la oportunidad de él mismo consultarle al esclavo si deseaba continuar en su condición. Tampoco indicarle unilateralmente las formas para dejar dicha condición. Obviamente, ante la indefensión y dependencia del esclavo, su consentimiento estaría viciado por el ojo inquisitivo del amo. Incluso, el amo podía alegar que el sujeto no era esclavo sino que aceptó, a cambio de techo y comida, continuar sirviéndole pero tratándole como tal.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, el colonialismo fue proscrito por ser una forma de explotación económica directa sobre los pueblos que lo sufren. ¿A alguien se le puede ocurrir que la potencia administradora sea la que le consulte a la colonia si desea dejar de serlo? Peor aún; ¿que las formas de dejar de ser colonia las defina el colonizador?
Por eso, la autodeterminación de los pueblos es materia regida por el Derecho Internacional. La carta del Departamento de Justicia federal se aleja de los preceptos que al respecto ha delineado la Comunidad Internacional. Lamentablemente, no se cita una sola fuente legítima y reconocida de dicho derecho que sustente las conclusiones recogidas en la misma. Si continuamos en el estatus actual, continuará la debacle económica. Por ende, no se puede votar por lo mismo. Yo educaré y votaré por la Libre Asociación demostrando que no es lo mismo que la Independencia. A mí el amo no me impone sus definiciones.
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