La aprobación de $296 millones para el programa de Medicaid en Puerto Rico dentro del presupuesto federal garantiza que no se recorte la cubierta del plan médico del gobierno, conocido como la reforma de salud.

La expectativa del actual gobierno es que esta asignación, sumada a otros fondos, extienda la vida de la reforma al menos hasta junio o septiembre del año que viene.
El Senado de Estados Unidos le dio paso ayer al proyecto de ómnibus del presupuesto federal, que ya había aprobado la Cámara. El documento incluye el dinero para Puerto Rico, a pesar de la oposición que expresó el presidente Donald Trump a través de su cuenta de Twitter.

Aunque este dinero es poco más de la mitad del dinero que se necesita para operar la reforma, la expectativa de la administración del gobernador Ricardo Rosselló es complementar estos fondos con otros que se asignen a través del programa State Children Health Insurance Plan (S-CHIP).

El secretario de Salud, Rafael Rodríguez Mercado, afirmó que con este dinero no tendrán que implementar los recortes propuestos a la Junta Federal de Control Fiscal como parte del plan fiscal que incluía, en una de sus versiones, recortar el plan dental y de optometría.

“No tendríamos que cortar nada. Con esto nos quedamos como estamos”, afirmó el secretario.

Según explicó, los casi $300 millones adicionales que llegarían a través del programa de seguro de salud para menores llevarían la reforma hasta junio del año que viene. Extenderla hasta septiembre, cuando termina el año fiscal federal, requeriría una partida adicional.

Y después, resta esperar cómo el Congreso sustituye el Obamacare y cómo incluye a Puerto Rico en el nuevo modelo.

“Todo depende de cómo el Congreso quiera tratarnos. Si nos dan el dinero de S-CHIP luego tendremos que cabildear para ver qué beneficios vamos a tener con el nuevo programa de salud federal”, dijo el secretario.

Explicó que tratar un paciente en Puerto Rico bajo la reforma cuesta $160 en primas, mientras que en los estados puede llegar a $500 o $600. Esto es parte del discurso que llevan a Washington para lograr el dinero, pues el argumento es que los puertorriqueños, si se quedan sin la cubierta aquí, pueden continuar emigrando a Estados Unidos en busca de los servicios, cargando aún más el sistema de salud.

“Sale más caro tratarlos en Estados Unidos que aquí porque hacemos más con menos y cubrimos la cubierta dental que no se cubre en los estados. Cuando hablo de igualdad es que nos den lo que gasto por paciente y si es un dinero que nos llega en bloque, no vamos a tener más problemas”, afirmó.

La noticia de que se aprobó el presupuesto con el dinero para Puerto Rico, dijo el secretario, permite ahora negociar con los planes médicos, proceso que estaba paralizado ante la incertidumbre presupuestaria. Así que, a pesar de que es menos dinero del solicitado, el secretario lo catalogó como “un logro”.

“Es un logro porque podemos negociar con los planes médicos. El dinero que falta son unos fondos que nos tienen que dar a los estados y territorios porque es parte del presupuesto de Estados Unidos. Lo difícil era conseguir esto, que era donde nos quedábamos cortos”, indicó Rodríguez Mercado.

Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos, Víctor Ramos, dijo que la inclusión de Puerto Rico en el presupuesto federal es “un gran adelanto” y afirmó que el dinero debe dar para cubrir la reforma “asumiendo que sea un año normal que no haya ninguna epidemia”.

“Pero hay que seguir presionando a ver qué pasa después de junio y ver qué va a pasar con Obamacare y cómo podemos empujar una solución permanente al problema”, dijo. “La solución es que nos den un financiamiento adecuado y permanente que probablemente estaría alrededor de los $900 millones”.

En la medida en que la salud esté incluida en la lista de servicios esenciales, la reforma tampoco debe afectarse con la quiebra anunciada el miércoles por el gobierno, según dijo Ramos.

“Si estableces la salud como un servicio esencial, no debería afectarse. El gobierno tiene que poner el dinero para parear los fondos porque no te van a dar su 55% hasta que pongas el 45% que le toca al gobierno”, recordó.

El gobernador insistió ayer en que el dinero que Puerto Rico reclama en Washington –más allá de los $296 millones asignados al plan de salud del gobierno –no representa un “rescate” y advirtió nuevamente que desfalcar la tarjeta de salud aumentaría aún más la emigración.

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El gobierno ha estimado que necesita unos $900 millones para operar la tarjeta de salud. Además del dinero asignado en el presupuesto, esperan otros fondos de programas federales que deben mantener la reforma viva por lo menos hasta junio o septiembre del año que viene.

“Nosotros no estamos pidiendo salvavidas a Washington. Lo que estamos pidiendo es la cantidad justa para que nuestro sistema de salud pueda continuar. Es de beneficio para Puerto Rico y es de beneficio para Estados Unidos”, dijo el gobernador. “Un colapso en el sistema de salud aumentaría el éxodo de puertorriqueños hacia otras jurisdicciones de Estados Unidos. Por cada dólar que se gasta en Puerto Rico de salud a nivel estatal y federal, son tres o cuatro dólares que se tienen que gastar en un estado por el mismo paciente”.

Por su parte, la comisionada residente, Jenniffer González, relató ayer los eventos que llevaron a la asignación del dinero. González, presidenta del Partido Republicano en la Isla, le dio gran parte del crédito al presidente de la Cámara federal, Paul Ryan.

Dijo que al gobierno le toca ahora cumplir con unos diez puntos que fueron encomendados el jueves “que incluyen la entrega de cierta documentación, lo que el gobierno de Puerto Rico está en el trámite de conseguir y eso va a ayudar para poder conseguir otro dinero”.

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Junto con el dinero asignado, afirmó, el gobierno deberá buscar “eficiencias” para palear la diferencia entre lo que se necesita y lo que se recibirá.
Cuando se le preguntó cómo resolver el problema de la falta de fondos de manera permanente, afirmó que este es un problema “territorial”.

“Estamos dando alternativas de identificación de fondos en distintos potes, pero jamás llega a la cantidad que necesitamos. Son medidas internas que estamos buscando, pero jamás llega a trato igual”, indicó. “El trato igual debe ser el norte”.