El gobierno de Ricardo Rosselló está a punto de que le impongan la eliminación del bono de Navidad y la reducción de jornada por parte de la Junta de Supervisión Fiscal. En mi humilde opinión el bono de Navidad para los empleados públicos esta GONE, muerto, eliminado, pero la reducción de jornada se sigue debatiendo y buscando alternativas para que no se implemente.
Ustedes se preguntarán y qué tiene que ver el título de la columna de hoy con todos esto. MUCHO… tiene mucho que ver.
Tanto el hurto del cobre como los nuevos “importadores” de cigarrillos como la gran mayoría de las maquinitas de tragamonedas que están fuera de los casinos y pagan premios son actividades ilegales que varios gobiernos han permitido que crezcan y que algunas se conviertan en “legales”. Todo esto a
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costa de contribuciones a campañas de políticos electos, no electos y de fondos que ya no le llegan al gobierno quebrado de Puerto Rico.
Todos sabemos lo dañino que es para nuestra salud el fumar, sin embargo mucha gente sigue fumando, lo cual los lleva a comprar cigarrillos. El secretario de Hacienda, Raúl Maldonado, se dio cuenta que inmediatamente luego de que subiera el arbitrio de los cigarrillos hubo una baja en dicho arbitrio, lo cual indicaba que de manera inmediata los fumadores dejaron de fumar. Esto levantó sospecha y envió su gente a la calle. No fue sorpresa el que se encontraran con grandes cantidades de cajetillas sin el sellito de rentas internas, lo cual dejaba claramente que los cigarrillos eran de contrabando.
El gobierno muy bien pudo haber hecho lo que le pidió el irresponsable del Centro Unido de Detallistas: perdonar y legalizar, pero el secretario decidió hacer lo correcto, multar y castigar.
Muy bien pudo haber hecho lo que por más de una década distintos gobiernos han hecho con las maquinitas ilegales de tragamonedas que están fuera de los casinos de los hoteles: convertir lo ilegal en legal, con un sello, pero decidió tomar la ruta correcta.
La Legislatura tiene ante sí el continuar haciendo lo ilegal en legal con estas maquinitas. Lo interesante de este proceso es que ahora un grupo de operadores de estas maquinitas ha dicho que “si nos aumentan el sello, no lo vamos a pagar”. Peor aun, algunos de ellos no lo pagan.
El fraude con estos sellos comienza en Hacienda.
Por ende, no importa cuánto suban el “sellito”, si no detienen el fraude y la corrupción en Hacienda los recaudos no se van a dar.
El gobierno de Puerto Rico ha perdido cientos de MILLONES de dólares en recaudos por permitir que estas maquinitas se propaguen como Gremlins alrededor de Puerto Rico. Existen cientos de casinos ilegales y en muchos municipios los alcaldes son parte del “equipo” al hacerse de la vista larga.
La Compañía de Turismo y la Universidad de Puerto Rico han visto una gran merma en sus ingresos, pero la pregunta es, ¿a alguien le importa? Lamentablemente la contestación es NO. ¿Qué acción, además de viajar y buscar que lo inviten a viajar, ha tomado la Compañía de Turismo? ¿Qué acción ha tomado la UPR para que estos fondos le lleguen? NINGUNA, porque no les importa, las prioridades son otras… lamentablemente.
Mientras, las actividades ilegales siguen ocupando el espacio que funcionarios gubernamentales le temen.
El hurto del cobre solo le importa a una persona, que en ley no le toca hacer valer la ley, sin embargo por su responsabilidad pública, y a diferencia de la Compañía de Turismo y la UPR, esta persona sí se atreve a meterle mano al bulto de la corrupción, al bulto de lo ilegal, porque afecta su responsabilidad. Me refiero a Sandra Torres, de la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones.
Semanalmente miles de personas se quedan sin su servicio telefónico por la inacción de las autoridades de ley y orden que al igual que con las maquinitas no les importa, no son una prioridad, a pesar de las pérdidas millonarias que este delito deja diariamente.
Esta semana hemos visto dos miembros de esta administración que sí les importa lo ilegal y están dispuestos a meterle mano, a parársele de frente, al igual que hemos visto a otros que les importa un bledo que en la cara le roben millones de dólares.
Así que cuando venga la reducción de jornada y la eliminación del bono de Navidad, esté usted seguro que por el secretario de Hacienda y la presidenta de la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones no fue.
Los demás, allá ellos, que sigan paseando. Ellos saben aunque no sepan.
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