El pasado domingo por fin pude llegar a ver la película Dunkirk. Esta película basada en hechos reales en Dunkirk, Francia del 26 de mayo al 4 de junio de 1940.

Eran los comienzos de la Segunda Guerra Mundial cuando los alemanes acorralaron las tropas británicas, belgas y francesas en la Batalla de Francia. No tenían por donde salir, solo por mar. Los pilotos y submarinos alemanes estaban haciendo “fiesta” y hundiendo cuanto barco salía de las playas de Dunkirk.La imagen puede contener: 6 personas, personas sonriendo, personas de pie y texto

El primer ministro de Gran Bretaña Winston Churchill ordenó un “rescate” y pidió que al menos regresaran 30,000 de los casi 400,000 soldados que estaban atrapados en Dunkirk. O sea que para Winston Churchill -el líder, el político- el salvar menos del 10% de las tropas era un éxito.

Ordenó a la marina británica incautar embarcaciones civiles para el rescate.

Los ciudadanos de Gran Bretaña al escuchar lo que estaba pasando se lanzaron con sus embarcaciones al mar -sobre 800 embarcaciones- hacia Francia al rescate.La imagen puede contener: 2 personas, texto

Si la película está espectacular, su semejanza con lo que está ocurriendo en Puerto Rico es aún mayor.

Los líderes y políticos de aquella época estaban completamente derrotados, sus ejércitos atrapados y presos en un intenso ataque de los alemanes por tierra y por aire. La Batalla de Francia estaba perdida y con ella se llevaría a 400,000 tropas que eran necesarias para defender a Gran Bretaña, el último bastión de Europa.

Su PROMESA era que al menos pudieran rescatar el 10% de las tropas; su plan eran incautar las embarcaciones civiles y hacerlo ellos mismos.

Sin embargo la ciudadanía tomó control y se lanzó al mar, al rescate, la gente decidió tomar el control de la situación. Y triunfaron. Y rescataron a 338,000 soldados de los 400,000 que habían. Los políticos le llamaron el Milagro de Dunkirk.La imagen puede contener: 7 personas, personas sonriendo, texto

Yo lo llamo FUERZA DE VOLUNTAD… DESEO DE VENCER… DE TRIUNFAR, sin intervención política.

Que es lo que me trae de vuelta a mi Puerto Rico.

Los que crearon la situación de Dunkirk y que las tropas aliadas quedaran atrapadas fueron los políticos y líderes de ese momento. Los que lograron el milagro fueron los civiles sin un liderazgo central, cada cual poniendo su embarcación, grande o pequeña, para rescatar a 10 o a cientos.

La cantidad no importaba, el tamaño de la embarcación tampoco. La voluntad era contribuir, era el salvar una vida o en conjunto cientos de miles de vidas.

En Puerto Rico estamos igual de atrapados, la Junta de Supervisión por un lado y los políticos y sus decisiones por otro. El gobierno de los Estados Unidos de América y su Congreso por un lado y nosotros por otro… ATRAPADOS.La imagen puede contener: 1 persona, exterior

La solución no es lo que propone Carmen Yulín Cruz en sus recientes charlas y escritos; la solución no es la resistencia. No es confrontar al agresor y mucho menos la diáspora, que nunca le ha interesado (aparte de opinar desde lejos) lo que aquí se sufre. La diáspora se fue para buscar un mejor futuro, mejor calidad de vida. Tampoco es parte de la solución la comunidad internacional. Solo a los comunistas, socialistas les interesa Puerto Rico.

La solución tampoco es resistir la junta en las cortes, porque simple y sencillamente vamos a perder. La ley Promesa fue cuidadosamente redactada para limitar el poder ejecutivo de la Isla y el poder legislativo si no obedecía. La ley se redactó con Alejandro García Padilla y los populares al mando.No hay texto alternativo automático disponible.

La solución es en DEFINITIVA… Salir de la JUNTA, lo más pronto posible, según lo dicta la ley.

Los que la resisten hoy, TODOS, son parte del porqué estamos aquí.

Los que platean soluciones REVOLUCIONARIAS y FÁCILES… son parte del porqué estamos aquí.

Estamos aquí ante esta situación por el “pariseo”, los contratos, los gastos desmedidos, las pensiones y bonos de pensiones sin tener con qué pagar.

Estamos ante una reducción de jornada, ante el reclutamiento desmedido, la creación de agencias gubernamentales a tutiplén, en fin estamos aquí por culpa de aquellos mismos que hoy reclaman pelear contra la junta.La imagen puede contener: 1 persona, primer plano

Y, al igual que en Dunkirk, solo vamos a lograr el rescate si lo hacemos nosotros mismos, no hay de otra.

Los civiles en Gran Bretaña se pudieron haber quedado en sus casas, o también pudieron echarle la culpa a Winston Churchill y sus generales. Es más pudieron hasta sacarlo del gobierno en las próximas elecciones, tal y como hacemos aquí cada cuatro años.

Pero no, decidieron dar la batalla y no quejarse, no lamentarse, no echarle la culpa a otro. Asumieron su rol y responsabilidad en la historia de su país.