Ángel Pérez Otero juramentó ayer como alcalde de Guaynabo en una ceremonia en la que las principales figuras del Partido Nuevo Progresista (PNP) lo proclamaron como el punto de partida para una nueva era de transparencia en esa ciudad.

“Hoy entro a la casa alcaldía sin agendas personales, sin ninguna animosidad contra alguien y ÚLTIMA PORTADAestrictamente motivado a cumplir con una correcta administración pública”, sostuvo en su mensaje.

“A los empleados municipales les reitero que los tiempos de las presiones indebidas quedaron en el pasado. Vamos a propiciar un ambiente positivo, que facilite que todos puedan dar lo mejor de sí para beneficio del pueblo, a quien le servimos y a quien nos debemos”, agregó Pérez Otero, quien fue juramentado por su esposa, la jueza Liza Fernández.

El nuevo alcalde guaynabeño sostuvo que quien no actúe conforme lo dispone la ley, “que sepa que en esta nueva administración no hay espacio para la impunidad”.

El gobernador Ricardo Rosselló, la comisionada residente Jenniffer González, el exgobernador Pedro Rosselló, la ex primera dama Maga Nevares, el presidente de la Cámara, Carlos “Johnny” Méndez, y la senadora Migdalia Padilla, entre otros, se dieron cita en la toma de posesión.

“Hoy a Guaynabo le llegó su ángel”, puntualizó el primer ejecutivo al dirigirse a los presentes. Dijo que “hay una vibra diferente en Guaynabo. Hay una vibra de esperanza. Hay una vibra de nuevo comienzo”. El gobernador también señaló que desde que conoció las intenciones de Pérez Otero de aspirar a la alcaldía durante las primarias en 2016, supo que era una persona de confiar.

“Nunca voy a olvidar la determinación, el compromiso y la pasión que tenían los ojos de Ángel Pérez cuando aspiraba no a una posición, aspiraba a una oportunidad… para hacer un gran cambio por su sociedad”, señaló Rosselló.

La comisionada residente en Washington también sentenció que desde el comienzo de la campaña en la elección especial, supo que Pérez Otero era la persona para dirigir el municipio.

De acuerdo con González, el juramentado alcalde siempre fue “la mejor persona para dirigir los destinos de Guaynabo, devolviéndole la confianza y la honestidad a este municipio (…) Tenemos la confianza puesta en Dios y en el trabajo que hará Ángel Pérez por todos los guaynabeños”.

“Y tendrá esta gordita que está aquí en Washington para hacer el trabajo que hay que hacer para que Guaynabo siga siendo una ciudad de cinco estrellas”, dijo.

Los directivos del PNP no fueron los únicos que tomaron micrófonos para elogiar al nuevo alcalde. El trovador Julio César Sanabria también tomó turno en la ceremonia para -entre trova y rima- expresar que “es un triunfo de tu gente que quería en esa silla a un alcalde diferente” y que Pérez Otero es “incumbente para todo aquel que aquí habita”.

Pérez Otero respondió con lágrimas y abrazos a los halagos que recibió desde la tarima. Agradeció a los presentes su comparecencia y excusó a los ausentes, como el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, quien respaldó a su rival en la elección especial del 5 de agosto pasado, el senador Carmelo Ríos.

Ambos disputaban el puesto que dejó vacante Héctor O’Neill, quien luego de más de dos décadas como alcalde presentó su renuncia, en medio de investigaciones por un supuesto patrón de hostigamiento sexual contra una empleada municipal y por presuntos actos de corrupción.

Arranca sin sueldo

Mientras, todavía queda por determinar cuánto cobrará el alcalde, ya que la Legislatura Municipal aprobó un presupuesto para este año fiscal que no contempla esa partida debido a que O’Neill no recibía salario porque se había acogido a la jubilación.

La legisladora municipal por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Alexandra Rodríguez Burgos, explicó a EL VOCERO que “tendrían que someter la cantidad a la Legislatura en una ordenanza para que se apruebe. Debería estar entre los $8 mil (mensuales) según población, pero los directores cobran más de $9 mil”.

Rodríguez Burgos también expuso que la juramentación -como actividad- “era lo que se podía esperar. No hubo sorpresas: con los aliados de ocasión que reciben con fanfarrias al nuevo incumbente y despiden con gritos destemplados al saliente”.

Mientras, el legislador municipal por el Partido Popular Democrático (PPD), Ricardo Vicens, sostuvo que “fue una actividad donde el pueblo de Guaynabo, harto de los abusos de la administración saliente, envió un contundente mensaje donde se acabó el hostigamiento, la represión y donde hay que trabajar para todos los guaynabeños”.