El socialismo es un sistema de organización económico y social, en el cual los medios de producción son del Estado y es el mismo Estado el que los administra. Sus objetivos principales -teóricamente- son la justa repartición de los bienes y una organización racional de la economía. Para ello requiere la eliminación de la propiedad privada y la extinción de las clases sociales. El socialismo es considerado por el marxismo-leninismo como la fase previa al comunismo.

El socialismo del siglo XXI es un concepto que desde hace cerca de dos décadas aparece adquiriendo difusión mundial, al ser mencionado en un discurso por el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el 30 de enero de 2005, desde el V Foro Social Mundial.

En el marco de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez señaló que para llegar a este socialismo habrá una etapa de transición que denomina como Democracia Revolucionaria. En un discurso a mediados de 2006, Chávez expresó: “Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad”. Continuó Chávez: “debemos transformar el modo del capital y avanzar hacia un nuevo socialismo que se debe construir cada día”.

En recientes declaraciones, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, declaró que nadie la va a callar señalando estar dispuesta a romper con las viejas tradiciones en el PPD, para devolverlo a sus raíces (independentistas) y dar la batalla por su transformación. “Para seguir siendo popular y seguir siendo pertinente, hay que cambiar radicalmente nuestro partido. Puerto Rico necesita una revolución. Una revolución que ayude a cambiar el País y que ayude a tener las herramientas económicas que favorezcan a nuestros trabajadores y a nuestros pequeños comerciantes”. Yulín habló claro. Como socialista que es y seguidora de su guía ideológico Hugo Chávez, la revolución a la que se refiere sería conducente a un socialismo del Siglo XXI como el de Venezuela.

El populismo es definido como el uso de “medidas de gobierno populares” destinadas a ganar la simpatía de la población, particularmente la que posee derecho al voto, aun a costa de actuar contrario al Estado democrático. El objetivo primordial es obtener y preservar el poder y la hegemonía política mediante ofertas populares que atraen, gustan y satisfacen a las masas, particularmente las menos educadas. Los sectores socialistas y comunistas han utilizado el populismo (demagogia) muy efectivamente para hacerse con el poder para destruir el sistema capitalista.

La alcaldesa Yulín es una experta en el uso del discurso populista, como ha quedado evidenciado en su constante apoyo y auspicio a distintos grupos rebeldes o marginados de nuestra sociedad, como los estudiantes huelguistas, los inmigrantes dominicanos y de otros lugares, los grupos Lgbtt, etcétera. Apoyó abiertamente las huelgas de la UPR, auspició las asambleas ilegales de los huelguistas cediéndoles el coliseo Roberto Clemente, hasta para una graduación simbólica del Recinto de Río Piedras. Apoyó y auspició a los revoltosos que acamparon frente al Tribunal federal. Auspició y promovió la llegada de Oscar López y contrató a su hija para trabajar en el ayuntamiento. Le da trato preferencial al Festival de Claridad. Todo esto a costa de los contribuyentes. Ahora -a pesar de la crítica situación fiscal de San Juan y de otras prioridades más urgentes, pero sin la visibilidad para proyectarse- habrá de asignarle $100,000 a la selección femenina de baloncesto.

Yulín es muy versada en el discurso populista tipo chavista, utilizándolo efectivamente para prometer y decirles lo que quieren oír aquellos a los que desea conquistar para fines políticos e ideológicos. Eso precisamente la hace muy peligrosa. Debemos estar muy vigilantes sobre los “Diálogos Patrios” que esta autoproclamada revolucionaria ha iniciado.