Utuado Maria (Carlos Rivera Giusti/EL VOCERO)

Miles de pequeños negocios, miles de dueños de hogares o automóviles, en fin, miles de personas o empresarios aún están a la espera de las compañías de seguro después de presentar sus reclamaciones tras el paso del huracán María.

Gran parte de esa esperada inyección de dinero que se necesita en la economía se “supone” que provenga de los pagos que las compañías de seguro tienen que hacerles a sus clientes asegurados. Más aun, el gobernador Ricardo Rosselló, nuestra economía y otros cuentan con esa inyección. La forma del dinero entrar en la recuperación de Puerto Rico es FEMA y las compañías de seguro honrando las reclamaciones que tienen.

Lamentablemente, 76 días después del paso del huracán María, la realidad es otra. Las compañías de seguro van más lentas pagando sus reclamaciones que FEMA, el Cuerpo de Ingenieros y la Autoridad de Energía Eléctrica en poner la luz.

En los pasados siete días he recibido una avalancha de llamadas de amistades, dueños de pequeños negocios, médicos, en fin, de decenas de personas con el mismo tema: “mi compañía de seguro está arrastrando los pies y no me quiere pagar”.

Me dí a la tarea de llamar a varias personas en la industria, principalmente clientes y agentes que venden seguros. Para mi sorpresa, la frustración entre los agentes o “brokers” es aun mayor que entre los clientes. Uno me dijo que estaba “avergonzado” de la profesión que había escogido para ganarse la vida, otro me dijo que las empresas aseguradoras los habían sacado del medio, que no podían ni tan siquiera hablar con ellos.

Al preguntar por qué tanto revolú, tanto obstáculo, me contestaron lo siguiente: “mira Kike, tú sabes que las empresas que venden seguros en Puerto Rico se reaseguran (comparten el riesgo con otras empresas/compañías de seguro) y algunas de ellas han vendido ese riesgo a empresas en Venezuela (EAH RAYOS), en Panamá y por ahí pa’bajo”.

Esas empresas de Venezuela y Panamá han decidido traer sus propios ajustadores a manejar las reclamaciones en Puerto Rico y lo que hay es un “berenjenal” y taponamiento BRUTAL de las reclamaciones y sus pagos. Me continúa diciendo: “a nosotros, los que tenemos que dar cara con nuestros clientes, ni nos contestan las llamadas y nos dicen que los ajustadores son los que están a cargo. No nos dan acceso a nada y algunas compañías ni nos permiten visitarlos”.

Las historias son de horror; es como si la crisis que había en las estaciones de gasolina con filas de 24 horas para echarle 10 pesitos de gasolina a tu carro se hubiese movido a las compañías de seguro y sus reaseguradoras.

Los daños a la propiedad y negocios cerrados a causa del huracán María están en los miles de MILLONES de dólares. La pregunta es, ¿estaba la industria de seguros en Puerto Rico lista para una catástrofe como esta o estaba igual de “preparada” que la Autoridad de Energía Eléctrica?

Digo… La comparación es válida. Una se está tardando en poner la luz y la otra en pagar. Y peor aún, ambas han pedido ayuda en términos de mano de obra fuera de Puerto Rico.

Las Pymes o pequeñas y medianas empresas son las más que están sufriendo este embate financiero. No solamente están sin luz, sino que luego de estar años pagando una póliza por interrupción de sus operaciones, todavía en su mayoría siguen sin luz y sin que les paguen la póliza que compraron para proteger su pequeño negocio, su inversión, su sustento en caso de un desastre.

Todo muy bien podría ser parte de una estrategia que, al final, siempre termina con una oferta ridículamente baja por parte de la compañía aseguradora, de TÓMALO O DÉJALO. La cual en muchas ocasiones terminan aceptando por el desespero de los pequeños comerciantes, lo cual también eventualmente termina provocando el cierre del negocio.

La situación es extremadamente crítica y serán miles de pequeños comerciantes que agarrarán su “chequecito” mal pago, cerrarán puertas y se irán de Puerto Rico.

Aquí no se ha visto lo que nos anuncian en tele luego de un tornado devastador allá en el continente americano, que rápido llega tu agente a tu hogar o negocio con un adelanto para que vayas resolviendo en lo que procesan tu reclamación.

De no resolverse esta situación, las pérdidas serán aún mayores y el impacto económico aún más devastador. Sería la quiebra sobre la quiebra, algo nunca antes visto. Lo que crearía aún más aumento en la emigración de un sector productivo.