Desde finales de 1966 se venía dando un diferendo agrio dentro del movimiento estadista entre los que favorecían la participación en el plebiscito a celebrarse el 23 de julio de 1967, liderados por Luis A. Ferré, y los que se oponían, liderados por Miguel Ángel García Méndez. Se celebra en enero de 1967 una convención en el hotel San Gerónimo para dirimir las diferencias y el resultado fue lo imprevisto; salió un movimiento político fuerte y aglutinado que participaría en el plebiscito y, un mes después de la consulta, se convertiría en Partido Nuevo Progresista.
Refiriéndose a Miguel Ángel García Méndez, a algunos líderes se les escuchaba decir: “Como no pudimos sacarlo de la presidencia le quitamos el partido”. En tiempo récord, desde la fundación el 20 de agosto de 1967 hasta las elecciones del 5 de noviembre de 1968, el PNP llevó una campaña agresiva y unificada que lo catapultó al sorpresivo triunfo que hoy es la historia que conocemos. El Partido Estadista Republicano, donde ellos habían militado, sacó alrededor de cuatro mil votos en dichas elecciones. Todo el liderato estadista republicano se fue con Ferré, que en ese entonces fungía como vicepresidente del partido.
Fue una lucha ideológica donde Ferré y sus seguidores entendieron que en ese momento crucial de la historia había que aprovechar la oportunidad de acudir al primer plebiscito que se celebraba y no quedarse en el retraimiento, parecido al de Luis Muñoz Marín en 1936 ante Antonio R. Barceló. Ganaron los que defendieron su ideal y lo llevaron al sitial merecido y, de ese momento hasta ahora, comenzó la erosión paulatina del Estado Libre Asociado.
El liderato legislativo estadista republicano de los presidentes Thomas Rivera Schatz y Carlos “Johnny” Méndez, electos por la mayoría con mandato estadista, como fue el tema de la pasada campaña electoral, apoya a la comisionada residente Jenniffer González; y aprovechan la coyuntura que brinda la crisis que vive Puerto Rico para aprobar las resoluciones RCK 56 y RS 531 reclamando la incorporación de Puerto Rico como jurisdicción doméstica, igual que los demás estados de la Unión, en la reforma contributiva federal y para todos los demás fines legales.
Con tres votos por la estadidad, como fueron los plebiscitos de 2012 y 2017 y las elecciones de 2017, que Ricardo Rosselló las catalogó de plebiscitarias, Puerto Rico necesita incorporarse en la reforma contributiva federal para eliminar el trato desigual como «foreign» o «alien», como parte integral de la Nación y para todo fin de orden político y jurídico. Iguales condiciones y derechos que los estados, y que ninguna corporación americana haciendo negocios en Puerto Rico sea catalogada como «foreign». Como ciudadanos americanos no debemos ser “foreign aliens” para ningún propósito y en ningún contexto, incluyendo el “state tax”. Cualquier trato especial o distinto que se dé a Puerto Rico siembra la lacerante semilla de la desigualdad y abona el terreno para la discriminación.
En una reforma contributiva federal donde el Congreso busca traer inversión doméstica a Estados Unidos, Puerto Rico tiene el problema que bajo el territorio no incorporado se da trato de foráneo, razón de sobra que justifica el discriminar contra los ciudadanos americanos residentes en la Isla a cambio de darles ventajas a corporaciones para evadir contribuciones federales. Esto no es nuevo, pues históricamente la Asociación de Industriales ha estado identificada con el Partido Popular y con la actual condición política de Puerto Rico. Para el plebiscito de 1967, se convirtieron en una especie de PAC denominado: Hombres de Empresa Pro Estado Libre Asociado.
Misteriosa o ingenuamente, quién sabe, el gobernador prefiere para Puerto Rico la posición de los industriales. El presidente del Partido Popular, Héctor Ferrer, y el exgobernador Aníbal Acevedo Vilá han salido en auxilio y defensa del gobernador. Ellos entienden que sus intereses ideológicos están muy bien defendidos por el gobernador en la capital federal. Eso explica sobre manera la segunda intifada de la historia dentro del PNP.
Mario Ramos, Historiador
Eugenio María de Hostos fue quien redactó la Proclama del General Nelson Miles
Portrait by Francisco Oller Eugenio María de Hostos fue quien redactó la Proclama del General Nelson Miles
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