Por Franklin D. López

Periodista, Escritor, Empresario y Preso Político

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“El más oscuro lugar en el infierno está reservado para aquellas almas tímidas que permanecieron con lo cotidiano, “status quo” y neutrales en tiempos de crisis morales.” Parafraseando a Dante Alighieri

El año 1968 fue uno de crisis globales, imperiales, nacionales y coloniales. Los pueblos en el planeta convulsaban social, económica y políticamente. En muchas naciones occidentales, incluyendo en Estados Unidos, responsable de la Guerra en Vietnam, el detonante que enterró la inocencia de este pueblo fue la arrogante, abusiva y prepotente guerra en Vietnam. Las mentiras del General William Westmoreland de que se estaba ganando la guerra, cuando la verdad era que Vietnam del Norte tenía un compromiso y pasión total de que su pueblo no siguiera el mismo camino de la guerra fría y lo ocurrido con Corea del Norte y Sur.

Fué un año de un gran despertar. La oposición civil al servicio militar obligatorio que llevó a 58,220 soldados a su muerte, muchos de ellos entre los 18 y 22 años de edad, y más de 305,000 heridos. Más de 1,353,000 civiles murieron en Vietnam entre 1965 al 1974. Esto no incluye las muertes de civiles que la Agencia Central de Inteligencia estimó entre 600,000 a 700,000 en Cambodia. La sociedad civil se tiró a la calle y se enfrentó con policías, guardias Nacionales para imponer con su fuerza un proceso de paz. La ausencia de miedos de estudiantes y ciudadanos obligó que el presidente Lyndon Baynes Johnson renuciará a sus aspiraciones de re-elección.

Funcionarios de alto rango en el gobierno Federal al ver el genocidio, el enorme número de muertes, las grandes mentiras de que se estaba derrotando al “VietCong” y al ejército Rojo del Vietnam del Norte, rompieron las grandes sombras de la represión y la censura e hiceron públicos documentos gubernamentales que revelaban la verdad. Daniel Ellsberg tuvo el valor y el coraje de hacer público “Los Papeles del Pentágono” a los periódico The New York Times y The Washington Post. Esto hizo que la pasta de la verdad saliera del tubo para no ser encerrada en la oscuridad.

Surgieron movimientos y acciones ciudadanas para cambiar instituciones democráticas, cómo los partidos políticos, universidades, y sobre todo actitudes frente a la intolerancia, diversidad de la ideas y reclamos y gritos de cambios. El partido Demócrata se reformó y se transformó, volviendo a sus raíces de aglutinar a los sectores de trabajadores, clases medias, minorías y grupos étnicos. El sindicalismo y las luchas por los derechos civiles alcanzaron grandes victorias. El partido Republicano tambien tuvo que re-inventarse. Richard Nixon se re-etiquetó con una nueva imagen para después de ser re-electo por uno de los márgenes más amplios en la historia de los Estados Unidos, colapsar por el escándalo de Watergate y por regresar al pasado del espionaje político y políticas corruptas enmarcadas entre las sombras.

En Puerto Rico surgieron múltiples expresiones sociales y políticas promovidas por la corriente global contra la arrogancia de poder de los Estados Unidos en Vietnam. En esa época era estudiante de cuarto año en la Universidad de Puerto Rico. Participaba en debates y foros defendiendo la postura del entonces Senador Bobby Kennedy de negociar la salida de Estados Unidos de Vietnam y ponerle fin a la guerra. La universidad fue tambien arropada por la ola de cambios. Se exigió una reforma Universitaria y ponerle fin a la Casa de Estudios del rector Jaime Benitez. El Partido Nuevo Progresista logra su inscripción y por primera vez desde el 1940 un partido con la estadidad en su plataforma derrota la formidable maquinaria del Partido Popular Democrático y Luis Muñoz Marín.

El 2016 fue el año en que implosionó “la gran vitrina del Caribe” del ELA colonial con dos decisiones del Tribunal Supremo; el colapso de las finanzas del gobierno colonial y la emblemática corona de la supremacía Congresional sobre Puerto Rico y sus ciudadanos de la aprobación de la ley de PROMESA. Washington, cuándo un instrumento no le funcioná dispone del mismo con rapidez y lo lanza a la cuneta. ¡Siempre he dicho que la Fuerza del Universo actua en forma misteriosas! En el 2017, al no moverse mucho la agenda pública de la descolonización y el debate centralizarse en “si pagamos o no pagamos” la deuda pública, nos enviaron dos huracanes de máxima categoría cinco, Irma y María. Ambos eventos nos pusieron en el mapa Nacional y global.

Lamentablemente, el gobierno estadista de turno sucumbío ante los cantos de serpientes y alacranes coloniales y ante la fuerza del dinero para aliarse con las corporaciones foráneas que tienen un abismal record histórico de oponerse a nuestros reclamos de Igualdad. Ejemplo el “PuertoRico-USA Foundation.” Nunca vieron, y si lo vieron no lo querian ver, la oportunidad estratégica de usar la crisis humanitaria y colapso colonial para mover la agenda de la estadidad. Al día de hoy no se han dado cuenta que las políticas del coloniaje más burdas impuestas al territorio desmembran a nuestro pueblo enun éxodo masivo lo que constituye un crimen contra la humanidad. Esto es otro gran vehículo para poner presión a Washington sobre nuestros reclamos de Igualdad.

Tampoco internalizaron la extraordinaria revelación del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) señalando a las corporaciones foráneas en grandes esquemas de super lavadoras de dinero poniendo en peligro hasta la seguridad Nacional. Historia de primera página que la prensa faldera, sometida e hipotecada del territorio sacando su gran escoba del olvido la escondió debajo de los escombros de la colonia.

Mientras se entretienen fotografiándose repartiendo agua, alimentos y visitando áreas afectadas con grandes turbas de acólitos a sueldo, en Washington y hablando ante el American Enterprise Institute el Speaker Paul Ryan sugirió que “Puerto Rico puede ser el Singapur del Caribe.” En el evento del AEI estaba presente, uno de sus grandes donantes, benefactores y defensores de los “paraisos fiscales” J.Paulson, quién tiene en su edificio de UBS en Hato Rey y en su nómina a Alejandro García Padilla. (…¡y la prensa no dice na!). Por otra parte, es curioso que Orrin Hatch, presidente del Comité de Finanzas del Senado use de mensajero para adelantar “el acuerdo de consenso” sobre las corporaciones foráneas a uno de los políticos emblemáticos del coloniaje, el ex-presidente del Senado, Eduardo Bhatia.

John F. Kennedy dijo que en el lenguaje de Mandarin, el símbolo para crisis tiene dos significados. Uno es peligro y el otro es oportunidad. Si se siguen los senderos del existencialismo y la adicción a la administración colonial no se sorprendan, que al irse dentro de los próximo 18 meses, más de 500-mil ciudadanos del territorio hacia los estados de la Unión, el territorio colapse económicamente aún más, el gobierno de turno en Washington nos encarrile en el camino de la independencia mientras seguimos dormidos. Permancer ciegos, mudos y pasivos NO es el camino. Hay que dejar sentir nuestra fuerza y rechazo al coloniaje con fuerza y sin miedos. Nuestro momento es ahora. ¡Seguimos!