Ven intervención federal como tabla de salvación para la Isla

Así lo aseguró ayer, el exalcalde de Miami, Maurice Ferré, quien sostuvo que una sindicatura similar a la que el Congreso le impuso a Washington D.C. en el 1995, “le permitiría a la Isla lograr cambios estructurales que bajo el sistema actual… no se pueden lograr”.

A juicio de Ferré, esta sindicatura es inminente luego de que la clasificación de los bonos caiga a nivel ‘chatarra’.

El político, quien estuvo seis términos al frente de la ‘Ciudad del Sol’, dijo que una sindicatura es otra forma de lograr los beneficios de la Corte federal de quiebra que no aplican Puerto Rico por ser un territorio.

Por su parte, el economista Jaime Benson ve la sindicatura como la última opción y opinó que el Gobierno debe revertir medidas que no están rindiendo efectos para evitar una sindicatura, que tendría como consecuencia quitarle el espacio y poder al Gobierno local para tomar decisiones sobre presupuesto e impuestos, entre otros.

“Eso sería una solución (la sindicatura) si es que el actual Gobierno no reacciona y toma medidas necesarias. Si lo que vemos es que la degradación es inminente y esa sería la única salida esperaría que antes de llegar ahí se pueda evitar eso…si el Gobierno actual no revierte medidas quizás esa sea la única salida”, indicó el catedrático de Economía de la Universidad de Puerto Rico.

Además, Ferré detalló que la situación económica local continuará “caótica”, ya que el País no puede mantener -sin ayuda del Gobierno federal- a los más de 3.5 millones de residentes.

“Ni aun con la bondad exagerada de Washington, Puerto Rico puede sostener un presupuesto anual de casi $10 mil millones, aumentando $780 millones anuales en desbalance y cubriendo el sobregiro con más deuda que pronto llegará a $90 mil millones”, dijo el demócrata en el marco de una actividad auspiciada por la organización estadista no partidista, ‘Igualdad, Futuro Seguro’.

Afirmó que Puerto Rico acelera su “adicción presupuestaria tomando deuda sobre deuda”, lo que definió como un espiral negativo, al poner en perspectiva que los presupuestos del País continúan en aumento pese a la débil economía del País. Opinó que ningún político, ni partido tiene la voluntad para acabar con problemas estructurales mediante medidas tal y como: una reforma laboral, una reforma contributiva y reducir el gigantismo gubernamental.

Sobre este punto, Benson opinó que dentro de las medidas que la administración de Alejandro García Padilla podría tomar para mejorar el cuadro fiscal están: reducir gastos si no se llega a los recaudos estimados, reducir el gigantismo gubernamental y dejar sin efecto algunos impuestos para “dar un respiro a la economía”.

De otro lado, Ferré reiteró que “el mal nuestro” es la falta de igualdad en derechos constitucionales, oportunidades, progreso y representación congresional, a pesar de los resultados del plebiscito en que 4 el 54 por ciento votó en contra del Estados Libre Asociado actual.

Para Ferré, la forma más rápida de alcanzar la igualdad, sería que Puerto Rico se convirtiese en el estado 51, “bajo el tema del consentimiento de los gobernados”.

“Mi mensaje de hoy es que, mal como esté Puerto Rico, si los ciudadanos estadounidenses residentes en la Isla formalmente piden la estadidad, tomará 10 años de transición, pero la estadidad federada para Puerto Rico sería inevitable”, expresó el sobrino del exgobernador Luis A. Ferré.